La formación integral de nuestros hijos supone una acción coordinada en tres aspectos:
§ Una buena educación para sus habilidades intelectuales y sus sensibilidades espirituales.
§ Una persuasiva promoción de hábitos alimenticios y estilos de vida sana. Y
§ Un oportuno acompañamiento deportivo.
A todos los niños sanos les gusta jugar y hacer deporte, tanto como cultivar su curiosidad por el saber y por las experiencias alimentarías; pero muchas veces las imposiciones de la vida moderna no les facilitan ejercitar estas tendencias naturales.
El sedentarismo en los adultos es uno de los principales factores de riesgo para muchas de las grandes enfermedades que aquejan a la sociedad moderna. Pero el sedentarismo es aun más grave cuando se inicia desde tempranas edades.
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